Todos tenemos defectos, y eso es lo bueno de las personas, lo que nos hace diferentes, porque todos, o muchos de nosotros podemos ser guapos, listos, majos, simpáticos...porque cuando alguien describe a otra persona dice que es majo, simpático… lo típico. Pero de eso se trata de no ser típicos. Pero no todos pueden llegar a ser cansinos hasta el punto de enamorarte de ellos, o tienen la extraña manía de cuando les llames al timbre digan ya bajo o que cuando tengas que estudiar en el recreo sean un incordio y te tengas que aislar, y que se rían en un acto púbico, o no sepan mentir y se descojonen bestialmente cuando lo hacen, o que te digan algo borde, te insulten y luego te den un abrazo o que no sepan hablar bajo en una biblioteca y la gente te mire mal, o que tengan esas rabietas de niñas pequeñas que a veces, las mandabas a tomar por culo, que se rayen por todo, que te tachen los dibujos de plástica, que sean indecisas, pesadas, bipolares... en fin mil cosas, malas, o bueno, no tan malas, ya que las hace diferentes pero antes que todo eso, siempre van a estar las cosas que hacen recordarte porque las quieres, porque son tus amigas..
Esos momentos como que nos reunamos todas en el recreo y nos contemos todas las novedades posibles, o cuando hacemos eventos y ponemos nuestros sitios favoritos y les damos todas a chekin on , que te necesiten, que las necesites, que cuando no estés, te hayan echado de menos, que simplemente te miren con esos ojos, esos ojos que siginifican: "eres mi amiga, una de las grandes, y no te cambiaría por nada". Simplemente esa mirada.
Tarde. Ellas. Cómplices miradas, canciones que siempre se recordarán porque esa tarde mirando al cielo sólo escuchando cada canción, pista tras pista, es lo mejor que les había pasado en mucho tiempo. Frases que quedarán en la memoria, frases que hacen un poquito de daño al corazón, frases que hacen sacarte un sonrisa, porque no son simplemente canciones. Tarde de sinceridad y de complicidad. Noche de risas y lágrimas. Ellas no hablan, se hablan con los ojos y con el corazón, se dicen todo sin decir nada. Simplemente perfecto